DeCaires comenzó este proyecto a principios del año 2014.Las esculturas, que ya han comenzado a sumergirse, están construidas con cemento de una alta calidad marina, para que así puedan sobrevivir bajo el agua unos 300 años. Los materiales que ha utilizado Jason DeCaires no provocan ningún tipo de afección en el fondo marino, al igual que tampoco lo hace con la flora y fauna.
Este museo tendrá un área de unos 400 metros cuadrados aproximadamente, y está ubicado en el municipio de Yaiza, muy cerca de Las Coloradas. Para que los buceadores puedan visitarlo, estará colocado a una profundidad no inferior a 12 metros, aunque tampoco superior a los 15 metros. Esto permite que incluso desde la superficie sea visible.
Un 2% de los ingresos que genere este museo submarino irán destinados a la investigación y divulgación de la riqueza de especies y de los fondos marinos de Lanzarote. El museo podrá ser visitado, según se calcula, a partir del próximo mes de marzo, aunque no estará completo hasta el verano del año 2017.
Las esculturas comenzaron a sumergirse el pasado 31 de enero, donde se encontraba la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, María Teresa Lorenzo. Quiso destacar que el Gobierno quiere apostar por este tipo de proyectos, ya que van a unir de cierta manera tanto turismo, cultura y deporte, tendrá un “gran atractivo turístico para toda Canarias, al ser el primer museo subacuático de Europa; porque es arte inmerso en la naturaleza, y porque fomentará el deporte a través del snorkel, el buceo y la navegación”. Este proyecto ha tenido una partida de 800.000 euros.
DeCaires ha querido con estas esculturas plasmar diferentes situaciones que se dan en la actualidad, al igual que reacciones de las personas. Las esculturas las realizó a partir de ‘modelos’ de ciudadanos de la isla de Lanzarote. En el primer hundimiento, las figuras reciben el nombre de ‘El Rubicón’, son 35 esculturas que caminan hacia un mismo destino, el umbral de una puerta ‘que se abre en el Atlántico’.
Pero además también podremos disfrutar de ‘Los Jolateros’, que en esta ocasión se trata de un grupo de niños que están en sus barquitos de latón; esto es debido a una tradición de la isla, aunque también hace una reflexión sobre el futuro de esos niños al estar navegando en una chapa. Otra que nos podrá llamar mucho la atención es ‘Contenido’, se trata de una pareja que se está ‘haciendo un selfie’, y que nos hace reflexionar sobre el uso de las tecnologías, aunque para ello será colocada al lado de ‘La Balsa de Lampedusa’, que lo que representa es el abandono que sufrieron los marineros en el naufragio de Senegal, y uniendo los dos hace una crítica a cómo muchas veces llegamos a actuar las personas, que convertimos algo trágico en un acontecimiento que debe ser registrado.
No es el primer museo acuático que realiza Jason DeCaires, ya que también llevó a cabo el Parque Subacuático de Esculturas en la isla caribeña de Granada, que fue incluido en el top de los 25 rincones más maravillosos del mundo de National Geographic, y el Museo Subacuático de Esculturas (Musa) realizado en Cancún, México.